El fallecimiento de nuestros padres es un proceso normal. Sabemos que en algún momento les vamos a tener que decir adiós de forma definitiva.Estas personas nos criaron, fueron parte de muchas de nuestras primeras veces, nos dieron la vida, nos enseñaron lecciones invaluables. Están íntimamente conectados con quién somos como persona.
No importa la edad que tengamos o lo maduros que creamos ser, la pérdida de los padres produce un remolino de sentimientos y una serie de cambios que demandan, en muchos casos, apoyo de quienes nos rodean.
Lamentablemente no podemos luchar contra la naturaleza y, el día que menos lo esperamos, nos vemos confrontados con la realidad de que nuestros padres ya no están aquí.
¿Qué es un adulto huérfano?
Cuando nuestros padres fallecen nos vemos invadidos por los sentimientos típicos del duelo y nos vemos abrumados por las decisiones que tenemos que tomar, dónde enterrarlos, cómo comunicarle al resto de la familia qué paso, etc.
De un día para otro nos encontramos huérfanos. Sentirte así siendo un adulto es complejo, ya que uno se encuentra en una edad en la que puede valerse por sí mismo, pero eso no significa que dejes de necesitar a tus padres.
Con el paso del tiempo estas personas maravillosas se convierten en tus amigos, te dan consejos, apoyo, cariño y la adultez sin ellos simplemente no es lo mismo.
¿Qué ocurre cuando fallecen nuestros padres?
Nuestros padres en algún momento fueron sinónimo de seguridad, certeza, fortaleza y ahora nos vemos forzados a verlos vulnerables.
Impotencia, negación, ira, tristeza y desesperación son algunos de los sentimientos que la mayoría de las personas tiene después de la pérdida de un ser querido. Estas emociones pueden encontrarse en diversos grados durante algún tiempo.
No hay manual para saber cuánto tiempo te va a doler la pérdida de alguien a quien quieres, el dolor solo puede ser sentido hasta que poco a poco, con el pasar del tiempo, vaya disminuyendo.
¿Cómo lidiar con esta situación?
Hacer las paces con el dolor, con la ausencia, con el tiempo perdido, con la conversación que nunca pudieron tener, es todo un reto.
Lo primero que tienes que entender es que es un proceso completamente personal y que por más que tengas personas que entiendan por lo que estás pasando, como tus hermanos, cada uno vive su duelo de una forma diferente.
Dicho esto, no estás solo. Existen miles de adultos alrededor del mundo que también han vivido situaciones similares a la tuya.
Puede que no entiendan al 100% lo que estás sintiendo, pero compartir experiencias siempre es una buena manera de normalizar el fallecimiento.


ES TAN FUERTE EL DOLOR QUE NO SABES QUE HACER, POR LO MENOS ASI LO SIENTO DESDE QUE MADRE MURIÓ.
Tengo 39 años de edad y el 15 de mayo del 2023 perdí a mi madre por un cáncer uterino y an pasado 8 meses la extraño y me hace mucha falta emocionalmente a pesar que tengo pareja